El formato era de cuatro bloques, sin más locución que la presentación y el cierre.
Es decir que las canciones se escuchaban íntegras, sin nadie pisándolas.
En el contenido se destacaban los oldies, algunos temas de esa época (hoy ya oldies), y se alternaban lentas con movidas.
Obviamente que la programación del contenido era "artesanal", nada de que una maquinita se encargara de decidir que canciones se iban a irradiar, cuando y cómo.
ALEJANDRO MILADINOFF
Co participaba en el invento.
Su aporte era fundamental; inspiración y transpiración al servicio de la causa, con buen gusto para elegir, una memoria prodigiosa para recordar detalles y un gran empuje para sacar las cosas adelante.
Hoy vive en Atlanta, USA. Está muy lejos (-) y le va muy bien (+).
Entre las cosas que decía, destaco aquello de que "la vida hay que vivirla, no contemplarla a través del espejo retrovisor".
Puede parecer paradójico aquí, en una bitácora (juré que no escribiría esa palabra ni una vez y ya me traicioné),en la que se escribe sobre música "retro", pero es así, una verdad.
Nos valemos de los recuerdos, nos ayudan a determinar con mayor acierto qué es lo que hicimos bien, en qué nos equivocamos...al final tropezamos con la misma piedra no dos, sino cincuenta veces, pero lo que cuenta es levantarse después de cada caída.
Ni hablar de vivir del pasado; solamente valernos de él.
O disfrutar de momentos agradables; muchísimas veces a través de la música.
Cuando el programa vuelva a existir, Alejandro estará de alguna u otra forma; eso es seguro.
Con más o menos revoluciones (no importa si a 33 o 45 rpm), pero con las mismas ganas de siempre.
Brindo por los tiempos que fueron y serán .
A tu salud.
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